
15 May Antunio, la tapa de atún rojo de casa Antonio
Confieso que desde hace tiempo es mi gran debilidad. La belleza, casi extrema, del enclave, las altas dosis de creatividad y refinamiento de las que hacen gala año tras año las cocinas participantes y ese ambiente almadrabero que se respira en esta costa de atunes hacen de la Ruta del Atún de Zahara de los Atunes algo diferente. Como dice el título de una conocida canción, el lugar donde quiero volver.
Un lugar que, el martes (día14), abrió sus puertas a los placeres de la carne, la de atún rojo, y que, a tenor de las tapas de atún presentadas a concurso (más de cuarenta), nos volverá a regalar experiencias únicas e inolvidables.
Espero que me dé tiempo a disfrutar de todas y cada una de ellas (ese es mi objetivo), pero, por si acaso, he querido adelantarme y dar buena cuenta de la propuesta de uno de los restaurantes que más éxitos ha cosechado en esta ruta y que, sin lugar a dudas, ha ayudado a engrandecerla con sus platos.
Os hablo del Restaurante Antonio, desde hace años una de las ‘sacristias atuneras’ de este territorio en el que se escribieron las primeras páginas de esa intensa relación entre sus pobladores y los gigantes de plata.
La tapa con atún rojo de Antonio es crujiente, sabrosa… espectacular

Felizmente acostumbrado a que la cocina de Antonio me sorprenda, la familia Mota me descubre su última creación con atún rojo, un bocado con cuyo nombre, “Antonio”, ha querido rendir homenaje a su alma mater y a esa estrecha relación que desde sus orígenes mantiene con uno de sus productos fetiche, el atún rojo.
En esta ocasión, tal y como se aprecia en la imagen, la cocina del Restaurante Antonio ha apostado por un formato muy reconocible, el canelón, que, tal y como es el objetivo, me ayuda a degustar este bocado con gran facilidad.
Un canelón que, según descubro nada más hincarle el diente, es extremadamente crujiente, ya que ha sido elaborado con piel de pollo limpia de todo exceso de grasa y, con posterioridad, texturizada en aceite. Toda una grata e inesperada sorpresa.
Bajo este crujiente se encuentra el gran tesoro de ‘Antunio’, una porción de tarantelo de atún elaborada con una reducción de soja y miel y acompañada con una mirepoix de verduras.

Os aseguro que la sensación en boca del crujiente de pollo con el atún y las verduras es sublime. Más aún si, como ocurre, se envuelve con el toque picante y fresco de una sugerente mahonesa de sriracha y lima.
Unas migas de pan negro y unos sabrosos camarones deshidratados a modo de cama ponen el toque final a un bocado que no os debéis perder.
Además de este plato, ya sabéis que este emblemático y afamado restaurante zahareño os propone una extensa y rica carta en torno al atún rojo y con muchas tapas con atún rojo.
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Fotos / Texto: Atunéate.