Vejer destino turístico y gastronómico

La Cobijada Vejer de la Frontera

Vejer destino turístico y gastronómico

De calles retorcidas y estrechas, blindadas de cal y hierro, Vejer de la Frontera tiene el privilegio de ser uno de los pueblos más bonitos de España, uno de esos lugares que dejan una huella imborrable en quienes lo visitan.

Escenario de un glorioso pasado escrito por cristianos y musulmanes, esta amurallada localidad es la gran atalaya del litoral de La Janda, ese de azules intensos que llegado el mes de abril y hasta mediados de junio surcan cientos, miles, de atunes rojos en busca de las cálidas aguas de su Mediterráneo natal.

Un balcón privilegiado que durante miles de años ha sido testigo del calado de una de las artes más antiguas y sostenibles de cuantas existen en el mundo, la almadraba. Esa que es el origen de parte importante de las alegrías de quienes somos devotos incondicionales del atún rojo.

Aunque a unos kilómetros del mar, esta localidad, flanqueada por dos de los mayores bastiones almadraberos del litoral gaditano, Barbate y Conil de la Frontera, envuelve en  sus calles los aromas de un sinfín de platos, tradicionales e innovadores, que se elaboran a partir de la exquisita carne del thunnus thynnus. Un producto que desde tiempos inmemoriales ha formado parte de la gastronomía de la zona.

Hoy, al calor de un otoño con tintes de verano, nos disponemos a disfrutar de algunas de las propuestas que, en torno al atún, nos proponen algunos de los restaurantes más afamados de un destino gastronómico en plena ebullición.

5 RESTAURANTES DÓNDE COMER ATÚN ROJO EN VEJER

Así, a los pies de la histórica Iglesia del Divino Salvador, en uno de los rincones más bellos de su casco histórico, nos detenemos en Casa Varo, restaurante en el que el atún es parte destacada de su carta.

En esta ocasión saboreamos un sashimi de lomo de atún, en el que, como corresponde a este plato de raíces asiáticas, el producto se muestra al desnudo, regalándonos su textura untuosa y sabor sutil.

Un poco más abajo, a unos metros  de la popular Plazuela, damos buena cuenta de algunos de los platos que nos ofrece un restaurante, cálido y coqueto, que, con gran éxito, abrió  sus puertas recientemente, Cuatro estaciones.

Un establecimiento cuya piedra angular es el producto de calidad de la zona y al que le gusta jugar con toques de cocina internacional, muy en especial coreana, vietnamita o japonesa, El resultado, propuestas frescas, repletas de sabor, con las que se busca divertir al comensal y sorprender al paladar con formatos de media ración o tapas grandes.

Atún rojo, retinto, caza, setas, pescados de la zona  o la Huerta de Conil son fuentes de inspiración de temporada para una cocina que no deja indiferente.

Valores, conceptos y anhelos que pudimos percibir en su sorprendente Coca crujiente de tartar de atún, una auténtica y equilibrada explosión de sabores y texturas de lo mucho y bueno que se cultiva y pesca en este privilegiado rincón de la provincia de Cádiz.

Sin abandonar el centro histórico, acudimos al Mercado Gastronómico San Francisco para un nuevo encuentro con la diversión y la sorpresa, en este caso nos lo brinda el Sushi Time a través de unos bocados ingeniosos, en los que la materia prima brilla también por su excepcionalidad. Su carta de presentación, cocina japonesa elaborada con los mejores productos del litoral.

Concretamente, probamos su Mini Sushi Burguer, un bocado divertido de atún, wakame, lombarda y chips de mango. No menos soprendente resulta su plato homenaje a Vejer, la Cobija Roll, con atún rojo, fresa, mango y ese queso de la Sierra de Cádiz que marca la diferencia, Payoyo. Una combinación atrevida y exótica que nos conquista el paladar.

Finalmente, probamos su inspirador Gua Bao, con tataki de atún rojo, cilantro, yerbabuena y sweet chili.

Antes de abandonar el casco histórico de Vejer de la Frontera, nos detenemos en la La Vera Cruz, un restaurante que abrió sus puertas hace unos meses y en el que se rinde culto a los mejores productos de la zona con propuestas de raíz, tradicionales, y otras más innovadoras, fruto de una cocina de autor en la que el riesgo en busca de los mejores sabores y texturas son una seña de identidad.

En este privilegiado escenario (se encuentra ubicado en una antigua capilla del Siglo XVI) nos recreamos con su sugerente plato de Lomo negro con chantarelas, crema de chirivía y ajo negro, fiel reflejo de su filosofía.

Por último, en ese intento, logrado, de culminar de la mejor  forma posible esta atractiva aventura ‘atunera’ por tierras de Vejer de la Frontera, nos paramos en uno de los templos centenarios de su gastronomía, la Venta Pinto, en la que el atún rojo de almadraba se mima en favor de bocados de tradición e innovadores.

Concretamente, nos dejamos conquistar por su Tartar de atún macerado con cebolla, tomate y zumo de limón, aderezo que le imprime un carácter especial y que su jefe de cocina,  Joaquín Lópezcombina con un aromático sorbete de limón y albahaca.

Despedimos así una experiencia gastronómica y cultural que recomendamos. Un maridaje perfecto entre exquisitos bocados del atún rojo y un entorno salpicado de mil y un estímulos culturales y patrimoniales flanqueados por  cuatro puertas (Arco de La Segur, Arco de Sancho IV, Arco de la Villa y Arco de la Puerta Cerrada) y conformado por estímulos como el  Palacio del Marqués de Tamarón, el Castillo, la Casa del Mayorazgo, la Plaza de España o la antes señalada  Iglesia parroquial del Divino Salvador.

Sushi Time nos explica su particular burger de atún

No te pierdas este video donde Juan, propietario de Sushi Time nos habla sobre la sushi burger de atún.


Fotos / Texto: Atunéate

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